mis canciones favoritas: joaquín sabina
princesa
entre la cirrosis
y la sobredosis
andas siempre, muñeca.
con tu sucia camisa
y en lugar de sonrisa
una especie de mueca.
cómo no imaginarte,
cómo no recordarte
hace apenas dos años,
cuando eras la princesa
de la boca de fresa,
cuando tenías aún esa
forma de hacerme daño.
ahora es demasiado tarde, princesa.
búscate otro perro que te ladre, princesa.
maldito sea el gurú
que levantó entre tú
y yo un silencio oscuro,
del que ya sólo sales
para decirme, "vale,
déjame veinte duros".
ya no te tengo miedo,
nena, pero no puedo
seguirte en tu viaje.
cuántas veces hubiera
dado la vida entera
porque tú me pidieras
llevarte el equipaje.
ahora es demasiado tarde, princesa.
búscate otro perro que te ladre, princesa.
tú que sembraste en todas
las islas de la moda
las flores de tu gracia,
¿cómo no ibas a verte
envuelta en una muerte
con asalto a farmacia?
¿con qué ley condenarte
si somos juez y parte
todos de tus andanzas?
sigue con tus movidas,
reina, pero no pidas
que me pase la vida
pagándote fianzas.
ahora es demasiado tarde, princesa.
búscate otro perro que te ladre, princesa.
¿quién me ha robado el mes de abril?
en la posada del fracaso, donde no hay consuelo ni ascensor,
el desamparo y la humedad comparten colchón,
y cuando por la calle pasa la vida como un huracán
el hombre del traje gris saca un sucio calendario del bolsillo
y grita
¿quién me ha robado el mes de abril?
¿cómo pudo sucederme a mí?
lo guardaba en el cajón
donde guardo el corazón.
la chica de b.u.p. casi todas las asignaturas suspendió
el curso en que preñada aquel chaval la dejó,
y cuando en la pizarra pasa lista el profe de latín
lágrimas de desamor ruedan por la página de un bloc
y en él escribe
¿quién me ha robado el mes de abril?
el marido de mi madre en el útimo tren se largó
con una peluquera veinte años menor,
y cuando exhiben esas risas de instamatic en parís
derrotada en el sillón se marchita viendo falcon crest, mi vieja,
y piensa
¿quién me ha robado el mes de abril?
peor para el sol
"¿qué adelantas sabiendo mi nombre?
cada noche tengo uno distinto
y siguiendo la voz del instinto
me lanzo a buscar..."
"imagino, preciosa, que un hombre".
"algo más: un amante discreto
que se atreva a perderme el respeto,
¿no quieres probar?
vivo justo detrás de la esquina,
no me acuerdo si tengo marido,
si me quitas con arte el vestido
te invitó a champán".
le solté al barman mil de propina,
apuré la cerveza de un sorbo,
acertó quien el templo del morbo
le puso a este bar.
peor para el sol
que se mete a las siete en la cuna
del mar a roncar
mientras un servidor
le levanta la falda a la luna.
al llegar al portal nos buscamos
como dos estudiantes en celo,
un piso antes del séptimo cielo
se abrió el ascensor.
nos sirvió para el último gramo
el cristal de su foto de boda,
no faltó ni el desfile de moda
en ropa interior.
"en mi casa no hay nada prohibido
pero no vayas a enamorarte,
con el alba tendrás que marcharte
para no volver,
olvidando que me has conocido,
que una vez estuviste en mi cama,
hay caprichos de amor que una dama
no puede tener".
peor para el sol...
"es mejor", le pedí, "que te calles,
no me gusta invertir en quimeras,
me han traído hasta aquí tus caderas,
no tu corazón".
y después, ¿para qué más detalles?
ya sabéis: copas, risas, excesos,
¿cómo van a caber tantos besos
en una canción?
volví al bar a la noche siguiente
a brindar con su silla vacía,
me pedí una cerveza bien fría
y entonces no sé
si soñé o era suya la ardiente
voz que me iba diciendo al oído
"me moría de ganas, querido,
de verte otra vez".
peor para el sol...
así estoy yo sin ti
extraño como un pato en el manzanares,
torpe como un suicida sin vocación,
absurdo como un belga por soleares,
vacío como la isla sin camarón.
oscuro como un túnel sin tren expreso,
negro como los ángeles de machín,
febril como la carta de amor de un preso,
así estoy yo, así estoy yo sin ti.
perdido como un quinto en día de permiso,
como un santo sin paraíso,
como el ojo del maniquí.
huraño como un dandy con lamparones,
como un barco sin polizones...
así estoy yo sin ti.
más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.
vencido como un viejo que pierde al tute,
lascivo como el beso del coronel,
furtivo como el lute cuando era el lute,
inquieto como un párroco en un burdel.
errante como un taxi por el desierto,
quemado como el cielo de chernobil,
solo como un poeta en el aeropuerto,
así estoy yo, así estoy yo sin ti.
inútil como un sello por triplicado,
como el semen de los ahorcados,
como el libro del porvenir.
violento como un niño sin cumpleaños,
como el perfume del desengaño...
así estoy yo sin ti.
más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.
amargo como el vino del exiliado,
como el domingo del jubilado,
como una boda por lo civil.
macabro como el vientre de los misiles,
como un pájaro en un desfile...
así estoy yo sin ti.
mucho más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.
siete crisantemos
si alguna vez he dado más de lo que tengo,
me han dado algunas veces más de lo que doy,
se me ha olvidado ya el lugar de donde vengo
y puede que no exista el sitio a donde voy.
a las buenas costumbres nunca me he acostumbrado,
del calor de la lumbre del hogar me aburrí,
también en el infierno llueve sobre mojado,
lo sé porque he pasado más de una noche allí
en busca de las siete llaves del misterio,
siete versos tristes para una canción,
siete crisantemos en el cementerio,
siete negros signos de interrogación.
en tiempos tan oscuros nacen falsos profetas
y muchas golondrinas huyen de la ciudad,
el asesino sabe más de amor que el poeta
y el cielo cada vez está más lejos del mar.
lo bueno de los años es que curan heridas,
lo malo de los besos es que crean adicción,
ayer quiso matarme la mujer de mi vida,
apretaba el gatillo... cuando se despertó
con siete espinas de la flor del adulterio,
siete carreteras delante de mí,
siete crisantemos en el cementerio,
siete veces no, siete veces sí.
me enamoro de todo, me conformo con nada:
un aroma, un abrazo, un pedazo de pan
y lo que buenamente me den por la balada
de la vida privada de fulano de tal.
siete crisantemos en el cementerio,
siete despedidas en una estación,
siete crisantemos en el cementerio,
siete cardenales en el corazón.
caballo de cartón
cada mañana bostezas, amenazas al despertador
y te levantas gruñendo cuando todavía duerme el sol.
mínima tregua en el bar, café con dos de azúcar y croissant,
el metro huele a podrido, carne de cañón y soledad.
tirso de molina, sol, gran vía, tribunal...
¿dónde queda tu oficina para irte a buscar?
cuando la ciudad pinte sus labios de neón
subirás en mi caballo de cartón.
me podrán robar tus días... tus noches no.
"qué buena estás, corazón", cuando pasas grita el albañil,
el obseso del vagón se toca mientras piensa en ti.
la voz de tu jefe brama "estas no son horas de llegar",
mientras tus manos archivan tu mente empieza a navegar.
tirso de molina, sol, gran vía, tribunal...
ambiguas horas que mezclan al borracho y al madrugador,
danza de trajes sin cuerpo al obsceno ritmo del vagón.
hace siglos que pensaron "las cosas mañana irán mejor",
es pronto para el deseo y muy tarde para el amor.
tirso de molina, sol, gran vía, tribunal...
mentiras piadosas
cuando le dije que la pasión, por definición, no puede durar
¿cómo iba yo a saber que ella se iba a echar a llorar?
"no seas absurdo", me regañó, "esa explicación nadie te la pidió
así que guárdatela, me pone enferma tanta sinceridad".
y así fue
cómo aprendí
que en historias de dos
conviene a veces mentir,
que ciertos engaños son
narcóticos contra el mal de amor.
yo le quería decir que el azar se parece al deseo,
que un beso es sólo un asalto y la cama es un ring de boxeo,
que las caricias que mojan la piel y la sangre amotinan
se marchitan cuando las toca la sucia rutina.
yo le quería decir la verdad por amarga que fuera,
contarle que el universo era más ancho que sus caderas,
le dibujaba un mundo real, no uno color de rosa,
pero ella prefería escuchar mentiras piadosas.
y cuando por la quinta cerveza
le hablé de esa chica que mi hizo perder la cabeza
estalló:
"¿vas a callarte de una vez por favor?"
yo le quería decir...
amores eternos
desnuda se sentía igual que un pez en el agua,
vestirla era peor que amortajarla,
inocente y perversa como un mundo sin dioses,
alegre y repartida como el pan de los pobres.
no quise retenerla, ¿de qué hubiera servido
deshacer las maletas del olvido?
pero no sé qué diera por tenerla ahora mismo
mirando por encima de mi hombro lo que escribo.
le di mis noches y mi pan, mi angustia, mi risa,
a cambio de sus besos y su prisa.
con ella descubrí que hay amores eternos
que duran lo que dura un corto invierno.
conservo el beso de carmín que sus labios dejaron
impreso en el espejo del lavabo,
una foto amarilla, un corazón oxidado
y esta sed del que añora la fuente del pecado.
antes que la carcoma de la vida cotidiana
acabara durmiendo en nuestra cama,
pagana y arbitraria como un lunes sin clase
se fue de madrugada, no quiso ser de nadie.
le di mis noches y mi pan...
a la orilla de la chimenea
puedo ponerme cursi y decir
que tus labios me saben igual que los labios
que beso en mis sueños.
puedo ponerme triste y decir
que me basta con ser tu enemigo, tu todo, tu esclavo,
tu fiebre, tu dueño.
y si quieres también
puedo ser tu estación y tu tren,
tu mal y tu bien,
tu pan y tu vino,
tu pecado, tu dios, tu asesino...
o tal vez esa sombra
que se tumba a tu lado en la alfombra,
a la orilla de la chimenea,
a esperar que suba la marea.
puedo ponerme humilde y decir
que no soy el mejor, que me falta valor
para atarte a mi cama.
puedo ponerme digno y decir
"toma mi dirección, cuando te hartes de amores baratos,
de un rato, me llamas".
y si quieres también
puedo ser tu trapecio y tu red,
tu adiós y tu ven,
tu manta y tu frío,
tu resaca, tu lunes, tu hastío...
o tal vez ese viento
que te arranca del aburrimiento
y te deja abrazada a una duda
en mitad de la calle y desnuda.
y si quieres también
puedo ser tu abogado y tu juez,
tu miedo y tu fe,
tu noche y tu día,
tu rencor, tu porqué, tu agonía...
o tal vez esa sombra
que se tumba a tu lado en la alfombra,
a la orilla de la chimenea,
a esperar que suba la marea.
eva tomando el sol
todo empezó cuando aquella serpiente
me trajo una manzana y dijo "prueba".
yo me llamaba adán, seguramente,
tú te llamabas eva.
vivíamos de squatters en un piso
abandonado de moratalaz
si no has estado allí no has visto
el paraíso terrenal.
cogimos un colchón de una basura,
dos sillas y una mesa con tres patas.
mientras yo emborronaba partituras
tú freías las patatas.
plantamos cañamones de ketama
y un tiesto nos creció ante el ventanal
con una rama de árbol de la ciencia
del bien y del mal.
a eva le gustaba estar morena
y se tumbaba cada tarde al sol,
nadie vio nunca una sirena
tan desnuda en un balcón.
pronto en cada ventana hubo un marido
a la hora en que montaba el show mi chica
aunque la tele diera en diferido
el real madrid-benfica.
un día la víbora del entresuelo
en trance a su consorte sorprendió,
formó un revuelo y telefoneó
al cero noventa y dos.
y como no teníamos apellidos
ni hojas de parra ni un tío concejal
ni más dios que cupido,
no sirvió de nada protestar.
eva tomando el sol:
bendito descontrol.
besos, cebolla y pan...
¿qué más quieres adán?
un juez que se creía dios dispuso
que precintara un guardia nuestro piso,
no quedan plazas para dos intrusos
en el paraíso.
estábamos sobre el colchón desnudos
jugando a nuestro juego favorito,
al ver entrar la pasma, eva no pudo
sofocar un grito.
a golpes la bajó por la escalera
un ángel disfrazado de alguacil
sin importarle un pijo que estuviera
encinta de caín.
hoy eva vende en un supermercado
manzanas del pecado original.
yo canto en la calle preciados,
todos me llaman adán.
eva tomando el sol...
sabina, canciones
5 comments:
ya sé que soy un caradura, que he hecho trampa, y que este es un post viejo que he resucitado. la cosa es que quería añadirle el audio, ahora que estoy usando el excelente servicio de goear.com (publicidad no pagada), para así salir un poco de la 'ciudad letrada' o al menos acompañarla con algo que valga la pena. que disfruten de las canciones del maestro.
me olvidaba: ¿ya ve, madre, para qué sirve la función expandir/reducir? cuyas opciones por cierto ya traduje al cristiano, a petición popular, así como le puse una flecha algo más notoria.
(dirá holsten, si lee esto por casualidad, que todo lo que estoy haciendo es inflar artificialmente el número de comentarios...)
También es una de las mías. Como casi todas las de Sabina. Enhorabuena.
como ya pasó en otra ocasión, ese singular me perturba, a ver si va a ser que mi santa madre tiene razón con lo de la opcioncilla de expandir/reducir el artículo... en cualquier caso gracias por la enhorabuena y enhorabuena a ti también: los amigos de mis amigos (en este caso sabina) son mis amigos.
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