optimismo controlado

mi primo juan antonio ha incluido (ampliándolo) el famosísimo lema ecuatoriano de los últimos tiempos en su mensaje personal, al lado de su nombre, en el messenger: "sí se pudo, sí se puede, y siempre se podrá". mauricio, uno de mis mejores amigos, apela en el suyo a un fatalismo de carácter clásicamente ecuatoriano: "te odio, tricolor, porque me haces soñar". pero es conveniente seguir el consejo apuntado por mi ñaño en un comentario que hizo a mi anterior post, y también por idelber en una graciosa rectificación de su pálpito con link a este humilde blog y todo, en el sentido de que ahora no hay que dormirse en los laureles, hay que dejarse de celebraciones, y hay que jugar el par de partidos que faltan. lo de polonia estuvo de puta madre, pero ahora es necesario ganar como mínimo otro encuentro, y no basta con creer o saber o decir que somos superiores a costa rica: tenemos que demostrarlo en la cancha. ese era el choque que en teoría teníamos que ganar por lógica, desde antes de que empezara el mundial, pero justamente por eso es ahora quizá el más difícil.

curioso, como señalaba mi ñaño en el ya citado comentario ("wer ist hier wir?", escribió en esa bárbara lengua que tan bien domina y que yo también debería dominar o al menos haber dominado alguna vez, si no fuera un fracaso tan absoluto para casi todo), el uso de ese nosotros tan patriótico e inclusivo cuando hablamos de los logros de la selección. de los logros, claro, porque si esos veintipocos jugadores lo hacen bien y ganan, entonces vencemos todos, pero si lo hacen mal y pierden son ellos quienes son derrotados. hoy lo comprobé cuando le pregunté a un alumno mío, gringo desde luego, cómo había quedado el partido de estados unidos contra república checa. "they lost", me contestó, pero estoy seguro de que si hubieran ganado habría dicho "we won".

bueno, esto es todo por hoy, que entre el curso que tomo y el curso que doy y los preparativos de mis viajes europeo y ecuatoriano y la necesidad imperiosa de ver tantos partidos como sea posible me voy a morir. mañana, todos con brasil, aunque le cabree tanto a mi ñaño. ojalá veamos a una selección verde-amarela digna de hacer historia: potencial no le falta para ello.