noche de vinos (y quesos)
anoche fue una noche bastante especial. acudí, invitado por rich, a una especie de clase/reunión de aficionados al vino a la que él asiste con regularidad (se juntan en promedio dos veces al mes, creo). el motivo de la invitación, evidente: la noche de ayer estaba dedicada íntegramente al vino español. y no es que yo sea ningún connoisseur, cervecero como me volví por culpa de o gracias a maricarmen y procedente como soy de un país poco proclive a los placeres del zumo de uvas fermentado, pero sin duda en siete u ocho años me dio tiempo a degustar una cantidad respetable de vino peninsular.
había como veinte personas en el grupo, todas versadas en la materia menos un servidor. antes de empezar a beber, el profesor habló un rato de españa, de sus regiones vinícolas y de los vinos que íbamos a catar a lo largo de la noche, un total de doce: primero manzanilla, después varios vinos blancos (penedés y albariño, por ejemplo), más tarde una serie de tintos cuyos puntos sobresalientes fueron uno catalán del priorat y como no podía ser de otra manera un rioja gran reserva, y por último un vino dulce. todo ello acompañado con tres o cuatro variedades de queso, español desde luego.
todo bien, para qué les digo que no si sí. con la ayuda del profesor y sobre todo de rich aprendí bastante y medio comprendí de qué va la cosa en esto de los vinos. sin embargo me abstuve de utilizar mi hoja de calificaciones y, en general, me abstuve de hablar gran cosa. no me gusta hacerlo cuando no tengo ni idea del tema. el plan era ir tomando notas, poner una calificación entre cincuenta y cien (casi todos anduvieron alrededor del 85, salvo un par que sobrepasaron el 90) y tratar de adivinar el precio. el favorito mayoritario de la clase fue el del priorat de 1998, pero a rich y a mí nos gustó más el rioja gran reserva de 1995, excelente año según dijeron, yo qué sé. ambos eran, obviamente, los más caros de entre los doce vinos que probamos. así cualquiera, ¿verdad? pero, por ejemplo, a mí el que más me gustó de los blancos fue el penedés, que a diez dolaretes la botella resulta una auténtica ganga. rústico que soy, supongo. aunque no, lo cierto es que a rich creo que también le gustó y sobre todo le pareció de una relación calidad/precio increíble. en lo que también estuvimos de acuerdo es en que el profesor sí que es el verdadero king: bebe lo mismo que los demás, pero cobrando por ello y ganando de ese modo un simpático ingreso extra por disfrutar de lo que al fin y al cabo es su hobby, porque claro, tiene un trabajo normal también, de hecho según contó la próxima semana coge sus vacaciones y se va dos semanas de viaje. a francia, por supuesto.
en fin, una interesante experiencia. lástima que no pueda repetirse muy a menudo: mi exiguo salario no me permite gastarme veintipico dólares cada dos semanas en acudir a estas clases o reuniones, o quizá sí me lo permite pero prefiero invertir esa plata en otras cosas o ahorrarla, y rich tampoco me va a estar invitando siempre. así que nada, cada quien a su nivel, yo seguiré dedicándome a las pintas de cerveza de a dólar en hemingway's.
hasta la próxima.
p.d.: el (moderado) consumo alcohólico de anoche no fue óbice para que esta mañana me fuera muy bien en mi segundo control de calidad. esta vez me visitó béatrice de angelis, coordinadora de la enseñanza del español en pitt, y me dijo que voy por buen camino y que sólo hay que pulir un par de detalles. curioso que la subcoordinadora, sarah williams, sea gringa, y la coordinadora nada más ni nada menos que germano-suiza. naranjas chinas para los native speakers, como ven.
1 comments:
No creo que el profesor gane mucho, después de todo supongo que él es quien lleva el vino y si hay gran reserva y quesos y el barato es de 10 dólares, no creo que quede mayor cosa. Pero interesante experiencia, por supuesto. le le le
Post a Comment